Os hago unas preguntas fáciles y directas.

¿Os acordáis de Kodak?

¿Y de Nokia?

Me imagino que sí. Son dos empresas punteras que dominaban sus respectivos mercados. Sin embargo, no quisieron ver esa ola llamada innovación que cambió los paradigmas de los mercados en que operaban.

¿Por qué os traigo este ejemplo empresarial?

Soy empresario y he estado TODA mi vida emprendiendo OFF-LINE, aprendiendo a base de triunfos y fallos. Hasta que la realidad me dio esta TREMENDA oportunidad: emprender detrás de una pantalla y encima de un teclado.

La innovación es como el viento. Puedes darle la espalda, mirar para otro lado, ignorarla por un tiempo, pero antes o después te salpicará la cara.

Me he encontrado con numerosas personas que están coqueteando con el precipicio. Lo saludan, lo acarician, no se dan cuenta de que les va a engullir. Ellos permanecen impertérritos dando la espalda al viento, cegados por su ego y por la idea de que “mi negocio es lo que llevo haciendo toda la vida”.

El día que vean el precipicio será demasiado tarde.

¿Sabías que en los años setenta Kodak inventó la cámara digital?

Tenían la patente pero no la supieron aprovechar. Giraron la cara al huracán de la digitalización, el mismo que los empujó por el barranco.

Kodak, entonces, era la sociedad con más valor bursátil de la época. Dominaban el mundo, no les hacía falta innovar.

Los torpes directivos que tomaron esa decisión, se quedaron con moscas en las manos, retratados in aeternum por este hecho.

No hay puerto definitivo para nuestros barcos, siempre tenemos que buscar otros nuevos. Tenemos que explorar, fallar e innovar.

Hay una máxima en empresa: “Si tu empresa no crece, está decreciendo”. Quedarse estancado no es posible.

Ya sabes que me gustan las preguntas. Son más potentes que las respuestas.

¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Y con tu empresa?

¿Estás innovando?

¿Estás de cara al viento de la innovación o coqueteas con los barrancos?

¿Escuchas lo que sucede a tu alrededor?

¿Sabes que eres responsable tanto de lo que haces como de lo que dejas de hacer en tu vida?

Te dejo esta semana con esta reflexión y con deberes de autoconocimiento.

Que el poder de las preguntas te acompañe.